La ARMH recibe el premio ALBA-Puffin a los Derechos Humanos

El 9 de mayo, 70 aniversario de la victoria contra el nazi-fascismo, Emilio Silva recibió el premio por su labor en favor de las víctimas del fascismo español, cuya memoria quiso ser borrada y aún sigue sin ser recuperada. Es una ignominia que el nazi-fascismo esté oficialmente execrado en Europa mientras que en España sigue campando por sus respetos. La ONU ha criticado al Estado español por no hacer más en favor de los derechos de las víctimas e incluso ha criticado la negativa del Gobierno a realizar las extradiciones de altos responsables franquistas. Ver reportaje fotográfico enviado por Len Tsou (autor de Los voluntarios chinos en la guerra de España).

Las diferentes organizaciones que trabajan por la restauración del derecho y dignidad de las víctimas son, junto con la ARMH, las respaldadas moralmente por este reconocimiento.

ALBA, los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln, trabaja por la difusión del legado de los voluntarios de la XV BI y de todas las BI.

Entre los voluntarios norteamericanos que vinieron a España hay que recordar a los afroamericanos, con nombres como los de James Yates, Doug Roach u Oliver Law, el primer capitán negro que dirigió un batallón de blancos norteamericanos. Hoy, 9 de mayo, se proyecta en el Matadero de Madrid el documental Héroes Invisibles

Aunque este documental se basa en el libro de Yates, Del Missisipi a Madrid, vamos a mencionar hoy esta carta de Canute Frankson, un mecánico de Detroit que viajó a España en abril de 1937 para apoyar la lucha del pueblo español contra el fascismo. A los tres meses de su llegada escribió esta carta a un amigo para explicarle por qué se había unido a esta lucha:

Albacete, España. 6 de julio de 1937.

 

Mi querido amigo: estoy seguro de que a estas alturas todavía estás esperando una explicación detallada de lo que tiene que ver esta guerra conmigo. Dado que es una guerra entre los blancos que durante siglos nos han esclavizado, insultado, despreciado… ¿por qué yo, un negro, que he luchado durante años por los derechos de mi pueblo, estoy ahora en España? Porque ya no somos una minoría aislada luchando desesperadamente contra un inmenso gigante, porque, querido amigo, nos hemos convertido en parte activa de una gran fuerza progresista sobre cuyos hombros descansa la responsabilidad de salvar la civilización de la destrucción planificada por un pequeño grupo de degenerados locos en su ansia de poder. Porque si aplastamos el fascismo aquí, vamos a salvar a nuestra gente en Estados Unidos y en otras partes del mundo […] Todo lo que tenemos que hacer es pensar en el linchamiento de nuestro pueblo. Podemos mirar las páginas de la historia de Estados Unidos manchadas con la sangre de los negros, el hedor de los cuerpos quemados de nuestro pueblo que colgaban de los árboles, los gritos de nuestros seres queridos torturados, los cuerpos marcados por atizadores al rojo vivo […] Vamos a aplastarlos. Nosotros vamos a construir una nueva sociedad, una sociedad de paz y abundancia. Por eso, amigo, estoy aquí en España. En los campos de batalla de España que lucha por la preservación de la democracia. Aquí, estamos sentando las bases para la paz mundial, por la liberación de un pueblo y de la raza humana. Aquí, donde estamos inmersos en una de las más amargas luchas de la historia humana, no hay diferencias de color, ni discriminación, ni odio racial. Sólo hay odio al fascismo. Sabemos quiénes son nuestros enemigos.

Los españoles son muy comprensivos con nosotros. Son gente encantadora. […] Cada uno de nosotros tiene que dar todo lo que tiene para que esta bestia fascista sea destruida. Después de que todo esto termine, espero compartir mi felicidad con todos vosotros. Será una felicidad que no se podría haber logrado de ninguna otra forma sino que después de haber servido en una causa tan digna. Espero que el mal aparente que cometí [al marcharme] pueda compensarse por el servicio que doy aquí a la causa de la democracia. Mi sincero deseo es que seas feliz, y que cuando esto se acabe nos volvamos a encontrar. […] De una cosa estoy seguro: voy a estar satisfecho de lo que he hecho.

 

Hasta pronto. No sé cuándo podré volver a escribir. Hay tanto que hacer y tan poco tiempo.

 

Saludos. Canute