Los alemanes que lucharon en tiempos oscuros

Bertold Brecht tiene un poema titulado «A la posteridad». En él, desde la barbarie y confusión que creó el nazismo en Alemania y el resto del mundo, pide comprensión para los que tuvieron debilidades y reconocimiento para los que se atrevieron a luchar. (Puede leerse este poema al final). Entre ellos hubo muchos miles que lo hicieron, y de entre ellos destacaron los voluntarios antifascistas que se unieron en España a las Brigadas Internacionales.

Rien Dijkstra, impulsor y editor de Stichting Spanje 1936 – 1939 (Fundación España 1936-1939) escribió en la revista de este grupo holandés de Amigos de las BI una biografía de August Kraak. Nancy Phillips, nuestra amiga norteamericana de FFALB, lo tradujo al inglés y nos lo remitió con este mensaje:

Los estadounidenses a menudo describimos la guerra civil española como la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, para muchos europeos antifascistas, la guerra de España fue una batalla en la larga lucha contra el fascismo que comenzó mucho antes de 1936 y continuó mucho tiempo después. A continuación se presenta una breve biografía política de August Kraak, un alemán antifascista, que «fue cambiando nuestro país más a menudo que nuestros zapatos» en una vida de dificultades y dedicación. (La cita es del poema «A la posteridad» de Bertolt Brecht).

Resistencia antifascista a través de las fronteras 1933-1945

Rien Dijkstra

La organización Ubbo Emmius Gesellschaft se dedica a recordar la resistencia antifascista en Emden, (NO de Alemania, en la frontera con Holanda). Por iniciativa de esta organización se colocó, el 10 de junio de 2017,un «Stolperstein» (un adoquín conmemorativo) para el brigadista August Kraak en la Brückstrasse nº 29 de Emden.August Kraak («el pequeño Augusto»), es uno de los muchos ejemplos de compromiso internacional en la lucha contra el fascismo y por los derechos democráticos, la igualdad y el progreso social.

Después de la toma del poder por Hitler en 1933, muchos alemanes huyeron a otros países, cruzando las fronteras sin papeles, a países vecinos. Así por ejemplo pasaron ilegalmente, a varias ciudades holandesas en la provincia de Groningen, incluyendo Nieuw Statenzijl, Delfzijl, Bellingwolde y otros lugares. Muchos de estos siguieron siendo ilegales y, a pesar de todo, mantuvieron su resistencia contra el régimen de Hitler. Trabajaron con organizaciones políticas holandesas para apoyar la resistencia antifascista en Holanda y Alemania. Ni siquiera en los Países Bajos estaban seguros, ya que corrían el riesgo de ser arrestados.

Varios de estos refugiados políticos en Holanda se fueron a España después de comenzar la guerra española.[1] Y más tarde, si habían sobrevivido a la guerra civil española, continuaron su lucha contra el fascismo en muchos países de Europa en colaboración con diferentes grupos nacionales. Este fue el caso del marinero August Kraak.

 August Kraak

Durante la gran crisis económica de los años veinte, muchos marineros llegaron a Emden, una ciudad de Alemania situada en la frontera con Holanda. August Kraak había nacido cerca de Königsberg en la Prusia oriental, se instaló en Emden y trabajó activamente en la lucha antifascista. Tras la subida de Hitler al poder (enero de 1933) ayudó a pasar de contrabando a refugiados políticos alemanes. Pronto, en la primavera de 1933, fue arrestado, trasladado a un campo de concentración y torturado. Sin embargo, a finales de octubre quedó libre y regresó a Emden.

Como muchos miembros ejecutivos del Partido Comunista Alemán (KDP) habían sido arrestados, Jakob Pfarr nombró a August Kraak líder del distrito. Anteriormente, en la víspera del incendio del Reichstag, el área de Bremen hasta la frontera holandesa era el distrito noroeste del KPD, donde Jakob Pfarr, que trabajaba en la construcción de buques en Bremen, se convirtió en el mensajero del Partido.

Kraak estableció contactos con Oldenburg y Bremen así como con diferentes puertos holandeses y escandinavos. Además de proteger a los miembros del Partido y difundir periódicos y publicaciones ilegales, la resistencia antifascista también contrabandeó a personas de Leer, Oldenburg o Emden a los Países Bajos. Después de una ola de arrestos en Emden, August huyó a Delfzijl, donde trabajó en estrecha colaboración con el Socorro Rojo Internacional de Groningen.

El liderazgo del KPD entre los emigrantes en los Países Bajos tenía como base Amsterdam. Ellos trabajaban estrechamente con el Partido Comunista Holandés y la dirección nacional del Socorro Rojo Internacional (Jan Postma). Este, tras comprobar su identidad, se encargaba del destino de los refugiados. Desde 1933 se encargó de esto Friedel Baruch y, a partir de 1935, Anton Winterink. En la zona fronteriza de Groningen, Frans Olfers y August Kraak siguieron siendo los responsables de estas decisiones.

Inicialmente, August Kraak asumió el liderazgo del KPD entre los emigrantes de la zona de Groningen; más tarde pasó a manos de Erich Bohlen. Debido a su cercanía y a su tráfico marítimo, Delfzijl tenía muchos contactos con Emden, contactos que se utilizaban para trabajos ilegales. Los comunistas de Groningen hizo intentaron documentar los campos de concentración de la región de Emsland enviando a holandeses a la frontera para tomar fotos. August Kraak era el responsable de todo ello.

Hubo una estrecha cooperación con el Comité de Papenburg en Groningen y con el Comité Wuppertaler, dos grupos de antifascistas alemanes que actuaban en los Países Bajos. Este último Comité tomó medidas para hacer públicas las detenciones masivas (más de mil antifascistas) en Wuppertal. Antes, en 1934, se había distribuido en los campos de concentración de Emslnd el folleto «El infierno de Papenburg. Revelaciones de un trabajador socialdemócrata», que había sido impreso por los comunistas holandeses.

Las conexiones ilegales entre Holanda y Alemania no se limitaron a la zona fronteriza. Por ejemplo, en el verano de 1936, la profesora Ella Hazenberg fue invitada a llevar dinero a los miembros de KPD en Hamburgo. El dinero fluía también en dirección contraria. Cuando estalló la guerra civil española, Hendrik Zandstra comenzó a traer dinero de Emden para el Socorro Rojo Internacional de Groningen.

«Cuando la guerra civil española estalló en el verano de 1936, los comunistas de Emden decidieron dar dinero a los voluntarios internacionales de España. Por consejo de August Wagner, la viuda Staub recogió de Karl Wagner 100 Reichsmark para aquellos voluntarios y se los entregó a la persona encargada a transferir el dinero al fondo español del Fondo Rojo de Delfzijl” (archivo personal Wendt).

Este dinero llegó a August Kraak, quien se comprometió a llevarlo a España. Kraak llegó a España en diciembre de 1936 y se unió a las Brigadas Internacionales. Primero estuvo en la 15ª Brigada Internacional, luego pasó como cabo al Batallón Thälmann de la 11ª Brigada Internacional en el frente del Jarama, y finalmente estuvo en la sección de caballería de la 35ª División.

Tras la retirada de las Brigadas Internacionales [ya a finales de enero de 1939], el gobierno de la República solicitó una vez más el apoyo de los voluntarios españoles, el «segundo esfuerzo», contra la ofensiva de Franco [en Cataluña]. Por este tiempo August Kraak se integró de nuevo en la 11 ª Brigada Internacional.

[Al salir de España el 9 de febrero] fue encarcelado en el campo de internamiento francés de St. Cyprien, luego en Gurs, y más tarde en Argeles-sur-Mer. A finales de 1940 se escapó de la fortaleza de Mont Louis [al NE de Andorra].

Y para Kraak la guerra continuó. El 30 de abril de 1941, llegó a Toulouse, de donde fue enviado a Septfon por la organización ilegal del Partido. Desgraciadamente fue detenido unos días después. El 14 de junio fue trasladado a Montauban y sentenciado a tres años de prisión. Su apelación fue un éxito, y tras una escala en Toulouse/St. Michel fue puesto en libertad el 14 de febrero de 1942.

Kraak fue de nuevo arrestado, pero de nuevo pudo escapar a Toulouse y, finalmente, a Paraqueul donde vivió en el bosque hasta 1943. La Gestapo le obligó a trasladarse a Mondonville pero el 29 de mayo de 1944 el Partido le ordenó ir a Colombiers para participar con los luchadores alemanes de la Resistencia, donde permaneció hasta la liberación de Toulouse.

Kraak regresó a Emden en 1945. Su salud se había deteriorado como resultado de su vida en España y Francia. Sufría tuberculosis y pesaba unos 40 kilos. Murió pronto. El holandés Roelf Schuster, que acababa de llegar del campo de concentración de Buchenwald, tomó la iniciativa de recaudar dinero en Groningen. Con este dinero, la gente de Groningen erigió un memorial en la tumba de su compañero inolvidable de Emden. Augustus Kraak había jugado un papel muy importante para los refugiados alemanes durante sus años en Groningen.

Fuentes:

• Ruud Weijdeveld, Rode Hulp De opvang van Duitse vluchtelingen en Groningerland – 1933-1940, 1986

• Ruud Weijdeveld, Het communistische verzet en Groningen – 1940-1945, 2014

• Werner Abel y Enrico Hilbert, Sie werden nicht durchkommen. Deutsche an der Seite der Spanischen Republik und der sozialen Revolución, 2015.

• Hans-Gerd Wendt, En Erinnerung, August Kraak, Ubbo Emmius Gesellschaft

• Acusación de 5 noviembre de 1941 contra Hendrik Zandstra, archivo personal de Hans-Gerd Wendt

 

Más información en

https://spanje3639.org/2017/06/07/het-leven-van-kleine-august-en-august-levin/

http://www.ubbo-emmius-gesellschaft.de/Kraak.html

 

Bertold Brecht

A LA POSTERIDAD

1

¡Claro que vivo en tiempos oscuros!
Una palabra inocente es inconcebible.
La tersura de una frente presagia
un duro corazón. El que ríe
aún no ha escuchado
las terribles novedades.

¡Ah, qué tiempos son éstos
que hablar de los árboles es casi un delito
casi como callar ante la injusticia!
Y quien tranquilo camina por la calle,
¿no se aleja de sus amigos en desgracia?

Es verdad: me gano la vida

pero, créanme, es sólo un accidente.
Nada de lo que hago me da derecho a mi parte.
Me salvó el azar. (Si la suerte me deja
estoy perdido).

Me dicen: come y bebe ¡Alégrate por lo que tienes!
¿Pero cómo puedo comer y beber
si mi pan es arrancado del hambriento
y mi copa de agua es del sediento?
Sin embargo, como y bebo.

Muy contento yo sería sabio.
Los libros antiguos de la sabiduría dicen:
no luches en el mundo, vive tu breve tiempo
sin temer a nadie,
sin violencia,
haciendo el bien a cambio del mal.
No es lograr lo deseado sino el olvido
lo que aparenta ser sabiduría.
Yo no puedo lo uno ni lo otro:
¡Claro que vivo en tiempos oscuros!

2

Llegué a las ciudades en horas de desorden
cuando reinaba el hambre.
Llegué a los hombres en horas de revueltas
y luché con ellos.
Así pasó el tiempo
que en la tierra me fue dado.

Comí entre masacres.
La sombra de la muerte se recostó en mi sueño.
Cuando amé, fue con indiferencia.
Y me sentí impaciente en la naturaleza.
Así pasó el tiempo
que en la tierra me fue dado.

Las calles nos llevaron a trampas sin salida.
Mis palabras me entregaron a los asesinos.
Poco pude hacer. Pero sin mí
los gobernantes estarían más seguros.

Era mi esperanza.
Así pasó el tiempo
que en la tierra me fue dado.

Los hombres apenas tenían fuerza.
El objetivo estaba distante.
Fácil de ver
pero inasible casi.
Así pasó el tiempo
que en la tierra me fue dado.

3

Tú, que surgirás de las aguas
en las que nosotros nos hundimos,
piensa
cuando hables de nuestras flaquezas
y de los oscuros tiempos
que las engendraron.

Porque íbamos cambiando de país
más a menudo que de zapatos,
en la guerra de clases, desesperando
porque sólo había injusticia, sin resistencia alguna.

Y sabíamos muy bien que
hasta el odio a la miseria
endurece nuestros rostros.
Hasta la rabia por lo injusto
nos torna ronca la voz. Ay de nosotros
que quisimos sembrar raíces de bondad
y no pudimos ser amables.

Pero tú, cuando al fin suceda
que el hombre pueda ayudar a su prójimo,
no nos juzgues
con demasiada dureza.

Traducción: Carmen Vasco


[1] Entre los muchos ejemplos podemos citar a August Levin, un alemán de Pomerania que había estado en la primera guerra mundial y que se afilió temprano, en 1920, al KPD. Tras pasar por un campo de concentración logró escapar a Holanda y de allí partió a España, donde se integró en el batallón Chapaiev