Bethune 7F

La Huella Solidaria. La memoria de la batalla del Jarama

Vista del Salón de Actos del C.C. Conde Duque. Fotos Óscar Rodríguez

Ayer, 7 de febrero, tuvo lugar, con numerosa asistencia, la última de las cuatro actividades que acompañan a La Huella Solidaria, la exposición en el C.C. Conde Duque sobre el Dr. Bethune.

Sin la anunciada presencia de Almudena Grandes, que no pudo finalmente asistir, la sesión rindió honor y gratitud a los combatientes republicanos en el 80 aniversario de la batalla del Jarama. Se inició el acto con una presentación, por Óscar Navajas y Julián Gozález Fraile, del proyecto Espacios para la Memoria: batalla del Jarama, que trata de desarrollar una línea de trabajo en la recuperación de la memoria de aquel combate y de sus consecuencias.

A continuación, Severiano Montero explicó la decisiva contribución de la XI, XII y XV BI a la contención de la ofensiva franquista en los cruciales días del 11 al 16 de febrero, sin desdeñar el papel jugado por otras unidades republicanas. Así mismo evocó la posible presencia del Dr. Bethune en el hospital de Villarejo de Salvanés (como afirma Paul Preston, pero no confirma el biógrafo Roderick Stewart) o, al menos, de sus recursos procedentes del Instituto Canadiense de Transfusión de Sangre. Finalmente aportó datos sobre los avances en el sistema sanitario que las BI alcanzaron al calor de aquellos combates.

Luis Díez contextualizó la batalla y recordó algunos episodios interesantes de su desarrollo y Pedro del Cura, alcalde de Rivas-Vaciamadrid, planteó los retos que tiene su Ayuntamiento a la hora de poner en marcha una política de memoria respetuosa con la verdad histórica, que atienda a los requerimientos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y homologable, al menos, con las de otros países democráticos que libraron la guerra contra el fascismo.

El debate posterior mostró los diferentes ángulos de vista que el tema de la memoria suscita, unas más conciliadoras con las dos partes enfrentadas en el conflicto y otras que reivindican la memoria de los defensores de la democracia, al modo como en Francia se hace pedagogía de la memoria republicana, es decir de los luchadores de la Resistencia antinazi.

Nuestro amigo Alberto Losada nos ha mandado un texto sobre este tema candente que ponemos al final. Gracias Alberto.

La Exposición seguirá en el Conde Duque hasta el domingo 2 de abril.

Paralelamente, en Málaga, se está celebrando la 1ª Marcha senderista de la ‘Desbandá’,que recuerda el papel jugado por el equipo de Bethune para atender a aquella tragedia. Aquí un artículo de Carlos de Urabá.


Sobre la conservación de un patrimonio  cultural colectivo

Alberto Losada

El pasado histórico de los pueblos de España es parte de un patrimonio que merece esfuerzos que lo desvelen, como parte fundamental de la conciencia colectiva de todo el pueblo español.

Animados por una sensibilidad y madurez cívica para conocer y compartir parte de la historia que les ha sido escamoteada en circunstancias que han contribuido a un olvido interesado o sesgado de la Guerra Civil, hay ayuntamientos que costean investigaciones y promueven o participan en encuentros para comunicar resultados que contribuyen al reconocimiento mutuo de ese acervo educativo y cultural común, respetuoso con la verdad histórica.

En este contexto, el Ayuntamiento de Madrid ha ofrecido el moderno salón de actos en el antiguo cuartel rehabilitado como Centro Cultural Conde Duque como escenario para la celebración de mesas redondas y, entre éstas, las programadas por la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), en homenaje conmemorativo a su huella solidaria durante dicha guerra. En este marco tuvo lugar la exposición a cargo del alcalde de Rivas y colaboradores, entre otros ponentes, durante la muy ilustrativa sesión moderada por Almudena Cros, presidente de la AABI. El debate que siguió, siempre animado hacia concretar detalles sobre los brigadistas, hizo sentir dificultades que conlleva el planteamiento y ejecución de proyectos con recursos insuficientes o sin el control necesario.

La exposición del ponente Severiano Montero ayudó al mejor conocimiento sobre estrategias de los contendientes en diversas batallas y circunstancias. Aportó así mismo aclaraciones sobre sabotajes que, en términos materiales, fueron un arma eficaz contra las entrañas del ejército republicano, tanto más perversa por cuanto más indefenso se encontraba en el respeto a la libertad que quiso practicar el gobierno de la República, lo que pudo reforzar sus efectos destructivos con causas difíciles de desenmascarar.

Se habló de evitar interpretaciones intencionadamente confusas, a veces guiadas por medias verdades filtradas a través de intereses ocultos, con argumentos peor que erróneos, intencionadamente elaborados para equiparar conclusiones como la de que dos más dos han de ser cuatro y las de quienes son esclavos de intereses que no están dispuestos a aceptar otro resultado que tres. Con poderosas y no transparentes raíces se hicieron percibir formas de esos sabotajes material e ideológico que, aún hoy, en tiempos de una larga paz, se practican contra los valores democráticos de una difícil transición. Fue comentado el impacto de reliquias protegidas por su fuerte simbolismo de guerra, entre deseos enfrentados de conservarlas o demolerlas.

En algún momento, se hizo referencia al homenaje registrado en la Ciudad Universitaria con el llamado Arco de La Victoria (arcus trumphalis), puerta para quienes entran de Madrid, desde 1956, por la plaza de La Moncloa, bajo una inscripción sesgada hacia una equivocada o falsa interpretación incompatible con información disponible, suficiente y apropiada, sobre la construcción y destrucción de la Ciudad Universitaria. Pues existen bases documentales, sobre todo fotográficas, que dan lumbre allí donde tanta falta hace, en esa Universidad. Frente a ellas, los latinajos sobre el arco se desfondan con interpretaciones distintas a la que quisieron darle sus autores.

Fueron comentadas otras muestras en edificios docentes de la Ciudad Universitaria, como en Medicina y Farmacia; pero se lleva la palma ese arco triunfal que da entrada al llamado campus. Por sus efectos, como mentira doble compuesta por medias verdades, su perpetuación fue objeto de polémica, al hacerse observar su referencia a un pasado que la mente del pueblo puede y debe penetrar para, en su caso, airear huellas que las desenmascaren. Sobre todo, procurando afrontarlo, para mejor. Proceden pues las visitas a la Ciudad Universitaria, con el recorrido in vivo por imágenes de historia de casi un siglo, con un valor docente incalculable. ¡Pasemos pues! Comencemos por la Moncloa, y comprobemos el texto de sus inscripciones, antes de concluir con que el arco ha de ser destruido, como algún presente apuntó, frente a alguna opinión contraria. Pues tal vez, bastará la lectura complementaria pendiente, como contra-inscripción, con la media verdad que falta, en evitación a merecimientos al rechazo machadiano por mentir doble.