Cronología mundial durante seis meses vitales, enero-junio de 1937

Hace ya casi cuatro meses que se puso a la venta el tercer libro de Federico Rubio Herrero dedicado a la República y la Guerra de España: Cronología mundial durante seis meses vitales, enero-junio de 1937. Como engarce con sus dos anteriores trabajos –Cronología mundial durante seis meses trepidantes, julio-diciembre de 1936  y  Cronología mundial durante el gobierno del Frente Popular. Febrero-julio de 1936– el autor nos ofrece un preámbulo que sintetiza lo acontecido en el año anterior y nos coloca en la situación inicial del nuevo año 1937.

Francia, por cobardía, Gran Bretaña, por intereses económicos, (sentía más temor a una posible, que no probable, revolución socialista, que a un triunfo del fascismo con el que podía negociar fácilmente) y Estados Unidos, en plena vorágine electoral y con la presión, muy influyente, de destacados grupos católicos, cometieron el inmenso error, por un deplorable pacto de «no intervención» absolutamente incumplido por el fascismo nazi e italiano, de abandonar a la República española a su suerte. Por cierto, error que meses después pagarían caro.

El 18 de julio de 1936, la parte más brutal y reaccionaria del ejército español junto a las otras dos estructuras fácticas, clero y oligarquía financiera, se sublevaron contra el legítimo gobierno republicano, determinado, fehacientemente, que el fascismo forma parte del engranaje capitalista más radical, que no acepta los resultados de la democracia parlamentaria cuando, estos, son contrarios a sus intereses.

Inmediatamente, los sublevados contaron con el apoyo de la Alemania nazi, de la Italia fascista y de miles y miles de mercenarios marroquíes del Rif. El territorio perdido por la República, en los primeros meses, era difícilmente recuperable. En octubre, (tres meses después de la sublevación) con la llegada del armamento soviético y de los voluntarios de las Brigadas Internacionales y con mucho sacrificio, esfuerzo y heroísmo se consigue salvar Madrid.

La batalla, la gran batalla continúa… 

Y, efectivamente, la batalla (la política y militar) continúa. El libro arranca con los combates en la carretera de La Coruña (al noroeste de Madrid) iniciados el 3 de enero por el empeño franquista en rodear y tomar la ciudad resistente. No lo conseguiría hasta marzo de 1939, pese a los sucesivos intentos en las ofensivas del Jarama (febrero) y de Guadalajara (marzo). El fracaso de estos cálculos del “gran estratega” Franco le llevará a cambiar el escenario bélico principal , desde el mes de abril, a las provincias del Norte.

Federico Rubio no solo nos irá narrando mes por mes estos avatares bélicos, sino explicando el porqué de esa evolución. Así por ejemplo va analizando la reorganización de las fuerzas republicanas en el nuevo Ejército Popular de la República, la dinámica popular que lo impulsa, pero también las dificultades que encuentra en la culminación de este proceso: el descarado y creciente apoyo de Alemania e Italia al que no pone freno la farsa de la No-Intervención, el embargo de armas de Estados Unidos…, las desavenencias de algunas fuerzas políticas republicanas más interesadas en hacer la ‘revolución’ que en ganar la guerra… (sucesos de mayo en Barcelona).

En enero de 1937 el Presidente Azaña pronuncia un discurso en Valencia que plantea un balance de la lucha y exhala el optimismo en la victoria que invade al cuerpo nacional republicano: “Nuestra posición se ha robustecido en estos seis meses… Hacemos la guerra porque nos la hacen. Nosotros somos los agredidos, la República, el Estado que tenemos la obligación de defender… Y en el cumplimiento de nuestro deber estamos dispuestos a persistir con tanto tesón como sea necesario para conseguir nuestro fin”.

Los éxitos en la lucha defensiva de Madrid reforzarán este optimismo y ese aliento se mantendrá en los meses siguientes.

Por su lado, el bando fascista prosigue su labor dentro de las coordenadas de la “guerra total”; y así suma barbaries como la Desbandá (febrero), Guernica (abril) y otros bombardeos de la población civil: el permanente de Madrid, así como los de Durango (marzo), Jaén (abril), Almería (junio)… Poco falta para que las poblaciones de la costa del Levante comiencen a sentir el zarpazo de la aviación fascista que durará hasta el final de la guerra.

Y mientras tanto Franco va configurando su nuevo Régimen, su Dictadura: eliminación de física o política de todo republicano, censura de cines y prensa, centralización propagandístico-informativa en Radio Nacional de España (Millán Astray) y control supremo del poder bajo la jefatura política del partido único: FET y de las JONS, lo que supone la eliminación de sus competidores (muerte de Mola) o su anulación política (Hedilla, Fal Conde, Gil Robles, Queipo de Llano…)

Pero como el libro va de una cronología mundial, van paseando por la pantalla  las masacres de Italia en Etiopía (febrero) o la matanza de independistas de Puerto Rico (marzo) por parte del gobierno norteamericano, la encíclica de Pio XI animando a la lucha en España y el mundo contra el comunismo,  la coronación de Jorge VI en Inglaterra, la muerte de Gramsci, los procesos de Moscú, el desastre del dirigible Hindenburg en Nueva York, la inauguración del Golden Gate o el estreno de los Carmina Burana…

En estos meses parece que la República se afianza: Stalin confiesa al embajador de la República, Marcelino Pascua, y a María Teresa León y Rafael Alberti (en visita en Moscú) que la URSS continuará su ayuda. Por su parte el  Comité Mundial contra la Guerra y el Fascismo se decanta contra Franco y sus cómplices, mientras que la Exposición internacional de París (con el Pabellón de la República que muestra el Guernica y su creatividad cultural) supone un respaldo a la lucha del pueblo español.

El libro se cierra con un hecho que produjo una gran esperanza, sobre todo entre los voluntarios internacionales: la reunión  en Annemasse, Suiza, de la II y la III Internacionales Obreras. Muchos creyeron que el acuerdo entre ambas organizaciones reforzaría la lucha del pueblo español. Pero todo quedó en la retórica de las palabras y de los bellos gestos (visitas de De Brouckère y Attlee a la España republicana) como se verá en los siguientes volúmenes de esta cronología. Una ocasión perdida que tendrá más consecuencias de las que normalmente se suele analizar.

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