Alcoy Albacete

La solidaridad sin fronteras

Los pueblos sueco y noruego ayudaron en nuestra guerra contra el fascismo

En el hall de la Facultad de Derecho y Economía de la Universidad de Castilla la Mancha (campus de Albacete) se está exhibiendo, del día 6 al 29 de noviembre, la exposición fotográfica Hospital Sueco-Noruego 75 aniversario.

Vicente González ante uno de los paneles de la Exposición. Foto Óscar Rodríguez

Una veintena de paneles, junto con algunas vitrinas con documentación del CEDOBI, muestra una forma práctica de hacer solidaridad internacional: la  creación de un hospital, instalado en la Escuela Politécnica de Alcoy, que logró atender a más de mil pacientes durante la guerra. Está previsto que la exposición viaje a Valencia y Alicante, en el contexto de las actividades programadas por el Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI) con motivo del 75 aniversario de la salida de las Brigadas de España.

En la inauguración de la muestra, estuvieron presentes el vicerrector de la UCLM, Pedro Carrión, el director del Instituto de Estudios Albacetenses y codirector del Cedobi, Antonio Selva; el concejal de Solidaridad de Alcoy, Jordi Tormo, el profesor de la UCLM, Manuel Requena, y el comisario de la exposición, Ángel Beneito. La exposición, según Pedro Carrión, pretende rendir homenaje a la “sorprendente contribución de estos dos pueblos escandinavos, que fueron capaces de aportar tal cantidad de fondos que superaron las expectativas iniciales, dando lugar a la constitución de un hospital totalmente equipado con medios técnicos y personal sanitario”.

Pero no fue esa la única forma de solidaridad de estos pueblos, canalizada a través de los Sindicatos obreros que recabaron multitud de fondos para otras necesidades de la República española. También se desplegó esa otra ayuda que consistió en la llegada a España de cerca de 600 voluntarios suecos y 400 noruegos que vinieron a luchar contra el fascismo, de los cuales una cuarta parte de ellos dejaron aquí sus vidas.

A cuatro de esos voluntarios noruegos quisieron dedicar un memorial los jóvenes socialistas el 18 de julio de 2011 en la isla de Utoya cuando fueron sorprendidos por un nazi criminal que los masacró. Martin Schei, uno de los cuatro jóvenes que perecieron luchando con la XI BI en la batalla del Ebro, escribió a su hermano poco antes de morir: «La pérdida de esta guerra no sólo significa la dictadura fascista en España, o más bien la llegada de una colonia de los estados fascistas, sino la victoria del fascismo en nuestro propio país». Así fue.