Eddie finalmente nos ha dejado

Tras una larga enfermedad, de la que dimos cuenta, nuestro compañero y amigo Eddie nos ha dejado definitivamente. Hace un mes nos envió este texto, manuscrito:

Debido a mi avanzada enfermedad no estaré en condiciones de participar más en las actividades de FIBI, incluida la asistencia a reuniones online.

Es lamentable dejar a este admirable equipo de camaradas y amigos (¡Larga Vida!) Todos habéis hecho un estupendo trabajo llevando adelante el reto de rescatar la memoria de los brigadistas Irlandeses  que dieron sus vidas en defensa de la Libertad en el mundo y en España.

Salud. No pasarán

Poco después, sus amigos nos comunicaron que había mejorado un poco, lo que nos dio cierta esperanza. Falsa ilusión. Ayer, 27 de julio, nos dieron la triste noticia de su fallecimiento, que lamentamos profundamente. Pero nos queda su ejemplo.

Podemos considerar la siguiente intervención –hecha en febrero de 2019 en el marco de la I Semana de la Memoria Democrática de Rivas-Vaciamadrid– como su testamento político:

En nombre de los Amigos de las Brigadas Internacionales en Irlanda (FIBI), me gustaría agradecerles el honor de invitarme a dirigirme a ustedes esta noche. En esta ocasión quiero agradecer a todas las personas que nos han ayudado en esta ciudad durante los últimos 16 años. No necesitamos explicar nuestras motivaciones: compartís y reconocéis la importancia de las Brigadas Internacionales y de su papel en la historia de España y de la humanidad. Nos habéis empoderado mucho para nuestra acción.
Particularmente quiero agradecer a Rivas-Vaciamadrid. Desde nuestra llegada en el 2008 con el proyecto de construir el monumento a Charlie Donnelly, nos habéis facilitado de todas las maneras posibles para concretarlo. La continuidad de nuestra presencia cada año simboliza nuestra solidaridad constante con vosotros.
FIBI ya está en actividad desde más de 30 años, desde el inicio en que nos llamábamos “Los Amigos de Charlie Donnelly”. Se creó como tributo a este joven poeta y soldado con tanta promesa que cayó bajo las balas fascistas en la Batalla del Jarama, como miles de otros españoles y jóvenes del mundo entero.
Nuestra organización se ha desarrollado mucho desde la llegada en Barcelona de nuestro co-fundador, Harry Owens, con una delegación de más de 80 irlandeses familiares y amigos de las brigadas, para el 50 aniversario de la despedida en 1988.
El gran enfoque de nuestro desarrollo memorial ha sido venir cada año a la Marcha del Jarama desde su inicio en 2003 con Harry Owens, el brigadista Bob Doyle y Seve Montero de la AABI.
Un grupo de mis amigos de FIBI que llegó por primera vez en 2005 propusimos construir un monumento a Charlie Donnelly y a los otros irlandeses que lucharon y murieron aquí. Era muy importante para nosotros recordar este lugar que los ricos de nuestro país quieren hacernos olvidar.
Este fin de semana FIBI quiere rendir homenaje a los Republicanos que murieron en la batalla del Jarama, incluso a 19 irlandeses. No sólo defendían Madrid sino también los ideales de igualdad, con poca probabilidad de ganar. Defendían su ideal de un mundo más justo. Eran gente de una nueva generación de izquierda radical que surgió de la oscuridad que ahogaba Irlanda en aquél tiempo. Eran escritores, poetas, sindicalistas, libertarios, socialistas, comunistas, que se unían para intentar crear una sociedad que era el sueño de los revolucionarios de 1916 antes de su ejecución por las autoridades británicas. Ahora Irlanda conmemora el centenario de aquel periodo de su fundación, desde 1916 hasta 1923.
En 1919 el primer parlamento elegido democráticamente se reunió en Dublín. La mayoría de sus miembros eran ausentes por huir a las autoridades británicas o ya ser encarcelados. Habían sido elegidos por su proyecto de independencia radical. Tres años después, las esperanzas y los sueños de los irlandeses quedaban destruidos, destruidas por los ricos que se habían asegurado que la sociedad nueva parecería mucho a la de antes. La única diferencia sería la bandera.
Menos de veinte años después, los republicanos irlandeses seguían luchando por los mismos ideales, siguiendo la lucha contra el fascismo. Iban contra la marea política y contra las divisiones sectarias creadas por el sistema de gobierno en su país para separar a la clase obrera. Gente creyente y gente atea viajaron a España juntas.
Muchos de ellos ya conocían el exilio. Habían sido expulsados por la clase dirigente que veía en ellos un peligro para su régimen en Irlanda. Sin embargo los irlandeses dejaron sus comunidades nuevas en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Escocia, Australia, Nueva Zelanda para venir.
La pérdida de tantos irlandeses de izquierda en España, y la emigración y el ostracismo de los que volvieron dejó un país despojado de sus ideólogos/ idealistas. Irlanda todavía sufre de eso. ¡Seríamos un país muy diferente si habían sobrevivido!
La clase dirigente irlandesa y la Iglesia católica reconocían el peligro que representaba las ideas de los brigadistas, e intentaron ocultar el recuerdo de esos ideales.
Aprendíamos muchas cosas en la escuela sobre batallas famosas de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, pero nunca aprendimos nada de las batallas más importantes, las que ocurrieron en España. Los irlandeses que fueron a luchar contra Franco no luchaban por un imperio o un nacionalismo estrecho, sino por el internacionalismo.
Así los ricos y los poderosos y el sistema educativo dominado por la Iglesia católica intentó borrar la historia esa guerra para una República Española democrática, y borrar el papel de los irlandeses y de las irlandesas que participaron.
Nuestra presencia y el interés creciente para nuestra organización en toda Irlanda, sobre todo por parte de los jóvenes simbolizan su fracaso. Necesitamos mucho tiempo para construir nuestro pequeño monumento aquí, pero lo logramos, con la ayuda de Seve Montero, Elisa Retana y del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid. Su presencia ha llegado a ser un catalizador para otros monumentos que construimos en toda Irlanda. Estos también son actos de resistencia; su presencia un desafío a los que intentaron borrar de la historia el gran acto de solidaridad de los brigadistas.
El pasado mes de noviembre organizamos nuestros últimos eventos del 80 aniversario del tiempo de las Brigadas Internacionales. Además de todas sus actividades en Irlanda, FIBI participó a todos los actos de conmemoración de los últimos 4 años en España.
La historia de nuestros dos países son quizás muy diferentes pero a menudo la historia de la clase obrera es similar cual que sea el país. La gran mayoría de la gente no recoge los frutos de sociedades creadas para enriquecer unos pocos a costa de los demás.
Más concretamente, el derrocamiento del gobierno republicano aquí en 1939 tuvo consecuencias similares a la contrarrevolución en Irlanda en 1923. Necesitamos varias generaciones para reconstruirnos, pero ahora recuperamos más poder.
Estoy seguro que os habéis enfadado por toda esa gente que nos manda olvidar el pasado. Por ejemplo, después del acto del monumento a Charlie Donnelly en 2010, me acuerdo haber hablado con un hombre muy bien vestido que nos preguntaba “¿por qué os molestáis en recordar?” Decidimos no contestarle pero habría sido más fácil decirle “¡porque no podemos permitirnos olvidar!” Esta respuesta sería aún más válida ahora.
Ahora más que nunca los poderosos intentan legitimar su tiranía llamándonos al realismo, diciendo que la avaricia es parte consustancial del ser humano, y que acumular dinero es una buena cosa para la sociedad.
Pero nosotros sabemos que no, porque conocemos nuestra historia. Sabemos que hubo gente antes de nosotros que pensaban igual. Los hemos encontrado. Por suerte quedan todavía unos que nos cuentan su historia. Vemos que la desigualdad va creciendo y que el fascismo vuelve y se arraiga cada vez más; y rechazamos llamarlo “populismo” o cualquier otro nombre. El fascismo es el fascismo.
Sabemos que somos la continuación de las generaciones que lucharon antes de nosotros. Son nuestra inspiración; nos mostraron todo lo que hay que hacer; eran gente de acción. En su gran discurso en el acto de Jarama de 2007, el brigadista Bob Doyle nos preguntó: “¿Murieron mis camaradas en vano?” Hubiera sido fácil responder “sí”, pero él fue sincero: “No, pero queda mucho por hacer”.
Ahora, doce años después, la cosa está mucho peor. El nuevo fascismo que se preparaba entonces ha llegado ahora como un neo-liberalismo salvaje que crece de manera exponencial. Es el orden nuevo, una lucha a vida o muerte para muchos que se agrava cada día.
Como en los años 30, no podemos confiar en nuestros gobiernos para luchar. Necesitamos juntarnos para luchar de nuevo, y recuperar la memoria de nuestros antepasados para formar nuestro futuro. El fracaso no es una opción. Esta vez vamos a destruir las cadenas de la esclavitud y dar vida al espíritu de los Brigadistas. Dieron su vida, ahora nos toca a nosotros. 

LA LUCHA CONTINUA

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