Desvelado el misterio de Aking Chang
Hace unos años los investigadores taiwanses Hwei-Ru Tsou y Len Tsou publicaron un interesante artículo sobre Aking Chang (‘Chen Agen’), el único voluntario chino que vino directamente de China. En él se contaba el periplo y motivos que llevó a este hombre a unirse a la lucha por la libertad del pueblo español y sus desventuras posteriores. Contaban con sus propias investigaciones, vertidas en el libro Los brigadistas chinos en la Guerra Civil. La llamada de España (1936-1939). Catarata, Madrid, 2013, pero a ellas se unió una nueva información proporcionada por Begoña Ariznabarreta, hija del miliciano Luis Ariznabarreta. Este había sido compañero de Aking en la Brigada Vasca que desde septiembre de 1937 luchó en las montañas de Asturias. Este último bastión republicano del norte cayó en octubre y la mayoría de sus componentes fueron hechos prisioneros. Llevados de una cárcel a otra (donde sufrieron vejaciones, torturas y hambre), finalmente fueron separados en noviembre de 1937: Luis fue encerrado en la cárcel del Dueso (Santoña) y Aking en el campo de San Pedro de Cardeña.
Allí Aking se encontraría con los prisioneros de las Brigadas Internacionales, donde continuaron los malos tratos de los funcionarios franquistas, pese a la visión angélica que el Régimen quiso dar en su documental Prisioneros de guerra, pura propaganda goebelsiana. Carl Geiser, un norteamericano que se encuadró en los batallones Lincoln y Mackenzie-Papienau contó en su libro Prisoners of the Good Fight: The Spanish Civil War, 1936-39, la realidad de aquella situación. Nosotros hemos publicado, al respecto, un capítulo de las memorias del irlandés Bob Doyle que pinta de forma sintética y plástica la vida en aquel campo.
Sabemos de la presencia de Aking a partir de los testimonios del voluntario Lou Ornitz, principal compañero de Aking en Cardeña, según relata Geiser en su libro. También por el documental antes citado en el que aparece su imagen varias veces. También sabemos de su paso por distintos campos de concentración después de salir de Cardeña así como de su liberación final en noviembre de 1943. Pero luego se va a negro.
Aquí es donde entra en juego de nuevo Begoña Ariznabarreta. Comprometida con el interés y la querencia que su padre había sentido por aquel compañero chino, se propuso descubrir su pasos a partir de 1943. Su empeño y constancia ha dado sus frutos: esto es lo que explica en la última parte de su libro. Escribiendo a familiares, investigando en archivos y poniendo mucho cariño y olfato “holmesiano” ha desvelado el misterio: Aking pudo salir de España gracias a una joven china afincada en España, Moncha Wei, ambos se casaron y vivieron en París, ciudad en la que Aking murió en 1975 y Moncha en 2021. Ambos comparten ahora una tumba en el cementerio parisino de Yvry.
Agradecemos a Begoña que haya sabido contestar a las preguntas que nos hacíamos en la nota “Nuevos datos sobre el voluntario chino Aking Yang” que publicamos en nuestra web : “¿Consiguió pasar a África y de allí a China? ¿Encontró su final en España o en cualquier lugar de tránsito? Son las incógnitas que habría que resolver en algún momento”. Despejado el misterio. Empeños como el de Begoña son un ejemplo para emprender o continuar nuevas investigaciones en torno a aquellos “Voluntarios de la libertad”.
También le agradecemos que nos haya hecho llegar su interesante libro titulado Buscando a Chang. Un chino en el Ejército Vasco.